Educación secundaria

En estos días en que mi hija Ariadna está haciendo la selectividad, recordaba con mi amigo David los años que pasamos en el Instituto Pons d’Icart de Tarragona, recibiendo nuestra educación secundaria. Evocábamos la época pasada realizando los ya desaparecidos BUP y COU, con recuerdos inolvidables. Recibimos una educación humanística, variada, muy cercana a lo que se empezó a gestar en el Renacimiento. En una etapa vital inigualable, donde se producen los cambios físicos, mentales y diría que hasta espirituales, donde se fraguan amistades eternas y se descubren los primeros amores realizas el descubrimiento de la riqueza de nuestro universo, sin ser consciente en absoluto de ello. Hablábamos de que en ningún periodo de la vida tienes acceso a un conocimiento tan vasto. Podías en un día estar en la clase de música del venerable profesor Mauricio, descubriendo la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak, para pasar a la semejanza de triángulos con Ramón Nolla, leer Azorín o sumergirte en la ...