La batalla de Alarcos
En este caluroso mes de julio de 2019 volví con mi padre a Piedrabuena, en Ciudad Real, para velar y dar el último adiós a mi querido tío Luis Velasco, que en paz descanse, un abrazo y una oración para su alma que en gloria esté. Unos días de emoción, también positiva por el reencuentro familiar que siempre reconforta en esos difíciles momentos y por el reencuentro con tus orígenes.

Al volver hacia casa, a poco de salir del pueblo, paramos un momento en el puente de Alarcos. Desde pequeños hemos pasado por allí en nuestros viajes a Castilla, y mi padre siempre nos contaba su historia y su leyenda, la gran batalla que se dio en esos parajes.
En la lejana Reconquista, en el año 1195, un caluroso mes de julio como este, el rey Alfonso VIII dispuso sus tropas contra los almohades de Al-Mansur. No quiso esperar al rey de Navarra, confiado en la victoria. Salieron de la fortaleza pertrechados con todas las armaduras pesadas y demás parafernalia guerrera.
Hubo que esperar hasta otro julio, en 1212 cuando se produjo la victoria en la gran batalla de las Navas de Tolosa, en la actual provincia de Jaén, con la alianza de las tropas castellanas de Alfonso VII, las aragonesas de Pedro II, las navarras de Sancho VII y las portuguesas de Alfonso II.
Recreación histórica:
Recreación histórica:
Estando reunidos la víspera de la batalla el rey castellano Alfonso VIII y el aragonés Pedro II, éste le relataba lo importante que para él era la victoria al día siguiente:
- -Querido Pedro, no puedo dormir desde hace dieciocho años. Aún recuerdo los rostros de los hombres que me defendieron y que permitieron que hoy esté aquí. Rezo cada día por ellos.
- -Alfonso, no te atormentes. El enemigo es tenaz, les conocemos hace tiempo y así como nosotros tenemos la ayuda de Dios, ellos creen tener la de Alá. Esa fuerza y furia contra la cristiandad la hemos sufrido todos.
- -No volverá a pasar, debemos ir ligeros y avanzarnos a sus decisiones, aprender del desastre que fue Alarcos.
- -Así sea querido Alfonso. Descansemos, que el día será largo. Necesitamos toda la energía para honrar a aquellos caídos por la cristiandad y por nuestra manera de ver el mundo
Actualmente hay un yacimiento histórico en el lugar, con restos de muralla del castillo, del poblado almohade que se construyó en la fortaleza tras su victoria y también de un poblado íbero de los siglos V a III antes de Cristo. Así como la ermita de la Virgen de Alarcos.

Una visita obligada para los que paséis cerca de Ciudad Real (donde las construcciones más antiguas tienen sillares del castillo de Alarcos).

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