Autumn leaves 2022 – Bolzer, Tribulation, Abbath, Watain, Horizon Ignited, The Antagonist, Septic Flesh, Hypocrisy, Obsidian Kingdom, Paradise Lost, Nailed to Obscurity, Dark Tranquility, Eluveitie, Amorphis.

La locura musical llegó en el otoño de 2022. He visto a trece bandas en cuatro conciertos, desde finales de septiembre a mediados de noviembre. Sin contar el no metálico pero buen concierto de Derivas en diciembre con mi amigo Damián, y el perdido por un viaje inexcusable de los Wolves in the Throne Room (que ya buscaré verlos en cuanto tenga ocasión sin duda).

El primero, el 24 de septiembre, fue una oscura fiesta de Black Metal. Fui con viejos amigos de San Pedro, Igor, Jordi, Santi, Guti, grandes personas y compañeros de la fe metálica. Llegamos a tiempo a la sala apolo para escuchar a Bolzer a los que no conocía antes de ese día. Con sólo guitarra y batería, el combo suizo empezó a caldear el ambiente con un sonido potente. Van sorprendiendo con un Black/Death con toques atmosféricos, con un estilo de la vieja escuela con algunas reminiscencias a nuestro querido Quorton, con ese toque de música pagana de otros tiempos. Me sorprendieron muy agradablemente.

Tras un corto periodo aparecieron los ya míticos Tribulation, a los que tenía muchas ganas de ver tras el cambio del ecléctico guitarrista Jonathan Hulten.


La verdad es que fui a ese concierto básicamente por ellos, pues desde hace unos años se han convertido en una de mis bandas de cabecera (son a lo que creo que debería haber evolucionado Tiamat, pero eso ya lo comentaremos en otro post). Es la segunda vez que les veía (podéis leer el artículo del otro concierto en el Blog, Tribulation, Wintersun y Arch Enemy), y la verdad es que siguen creando magia. Canciones de letras oscuras, riffs potentes y melancólicos, combinados con esa iluminación verdosa que te transporta a otras dimensiones.  Empezaron con “In Remembrance”, “Leviathans”, con sus pasajes de ultratumba. Tocaron “Nightbound” y, como no, el hit “Melancholia”, además de “Funeral Pyre” , “Hammartia” y “Stange Gateways Beckon”. Me supo a muy poco, espero que Andersson, Leander y Troll y el maestro Zaars vengan pronto como cabezas de cartel.

La excitación se podía tocar en la sala para ver a un mito viviente del Black Metal, el señor Abbath. Esperaba expectante a una de las personas que más me han hecho disfrutar de la música, con monumentos de Immortal como “Pure Holocaust” o “Battles in the North”.  Apareció con, como siempre, una presencia imponente, con su pintura de cadáver y su guitarra. Empezó a tocar con su nueva banda temas de su último disco y otros de su irregular carrera en solitario. La gente tenía ganas de Abbath y se movían como locos siguiendo el espectáculo que este hombre crea en su directo. Debo decir que a mi no me gustó. Lo respeto y lo admiro por su pasado, per lo nuevo no me transmite nada. El sonido no fue bueno tampoco, escuchándose en ocasiones sólo un muro indistinguible. Salvo a mi parecer la noche tocando tres canciones de Immortal, aunque el sonido seguía siendo igual de malo, “In my Kingdom Cold”, “Tyrants” y la impresionante “Withstand the fall of time”. 


Lo mismo pasó con Watain con el sonido. El espectáculo fue fantástico, con las antorchas y los rituales que llevaron a cabo los suecos, dándole un aire de autenticidad a su Black Metal. Tampoco les había seguido anteriormente, aunque reconocí su calidad (también compré allí la cinta de su última creación, “The agony and ecstasy of Waitain” que se ha convertido en mi música de cabecera estos meses). El público disfrutó, se empujó y vibró con el ritual, con temas como “Black Salvation” “I am the Earth” y otras más especiales como “ Devil’s Blood” y la magnífica “Serimosa”. 

Una magnifica fiesta, con buena música, un gigantesco espectáculo y grata compañía, con foto final con miembros de Tribulation.


Lástima del sonido de los dos últimos grupos, lo único que empañó la oscuridad de esa inolvidable noche barcelonesa.

Unos días más tarde, volvimos al que quizás ha sido el mejor concierto del año. Calentaron correctamente al personal Horizon Ignited y The Antagonist,


pero el espectáculo y el movimiento de las masas empezó con Septic Flesh. Una propuesta original, interesante, con una energía absoluta. Los griegos se ganaron al público repasando sus clásicos, con trallazos como “Martyr”, “Pyramid God” y la aplastante “Hierophant”, que el público coreaba.

Pero tras un breve rato, llegó la invasión extraterrestre. Death Metal absoluto. Las hordas del multifacético Peter Tangren arrasaron Barcelona. Desde la intro que fue la misma de su último trabajo, un magnífico “Worship”se desató la locura absoluta. Hubo Mosh Pit, Circle Pit, Headbanging, disfrute total de la bestialidad que Hipocrisy perpetró esa noche. Desgranando clásicos, pero también tocando varias canciones de Worship como “Chemical Whore” y “Children of the Grey”. También cayeron “Eraser”, “The final Chapter” y , como no, “Roswell 47” con uno de los mejores riffs de Death Metal de todos los tiempos y la sala Apolo moviendo las cabezas al unísono como si no hubiera mañana. Acabamos agotados, pero felices.




En un año de grandes conciertos, el de Hipocrisy fue sin duda el mejor con diferencia.


Más breve voy a reseñar el magnífico espectáculo de una de mis bandas favoritas desde los lejanos 90, Paradise Lost. Después de una muy buena y original introducción de los locales Obsidian Kingdom salieron a escena los reyes absolutos.


Siguen dando un espectáculo fantástico basado en la música, himnos que están metidos en nuestra alma acompañándonos todos estos años. Ya son mayores pero eso no se nota en una propuesta musical variada, potente, pero también melancólica. Los frontman de hecho, Greg Mackintosh con su guitarra inigualable y Nick Holmes con su voz original, siguen liderando la banda en un repertorio lleno de éxitos. La gente cantaba extasiada, se notaba que el concierto estaba lleno de absolutos devotos. Recorrieron casi toda su discografía, cosa difícil pues ya empieza a ser muy larga, incluyendo temas de su último “Obsidian” y otros como “Enchantment”, “Blood and Chaos”, “Faith Divides Us - Death Unites Us”, locura bailable con “One Second” y “As I Die”, profundidad con “The Enemy”…

Pero permitidme destacar como disfruté con los más antiguos, los que supusieron una influencia brutal en toda una generación, “Eternal” y “Gothic”. Por más que pasan los años sigue poniéndome la piel de gallina cada vez que escucho los primeros acordes de “Gothic” y su letra, cuando entra la voz femenina

Lives within all fear
The mourning in my tears
Drown all the past
We lived beneath these years
Awaiting for the call
For all life to expire
Passive to this day
To infinity we'll fall

Ya les he visto tres veces y siempre que vengan ahí estaré.

Para acabar sólo unas notas del último concierto,  con un público más tranquilo. Nailed to Obscurity un gran descubrimiento, no les conocía y los estoy escuchando, con un death black con melodías, oscuridad, habrá que seguirles. Dark Tranquility, uno de mis referentes al principio del Death Metal, me supuso una decepción pues sólo tocaron de los últimos álbumes, buenos músicos pero no me transmitieron lo que esperaba.




Además sin batería del móvil las fotos de los siguientes quedaron sólo en mi recuerdo.  Eluveitie, un espectáculo, con toda la banda, diferentes voces, instrumentos tradicionales, vale mucho la pena verlos en directo. Y Amorphis, como siempre perfectos, ya les vi en Streaming en la pandemia, y ahora en vivo la verdad que fue un espectáculo fantástico. Como decía con Paradise Lost, unos clásicos absolutos de los que disfruté sobre todo sus viejos temas, con el inigualable “Black Winter Day” para acabar un ciclo increible.

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